Marco regulatorio en América Latina

Contexto latinoamericano

América Latina ha mostrado una tendencia mayoritaria hacia la regulación taxativa y vertical de bebidas energéticas a través de marcos regulatorios individuales y específicos aplicables a bebidas que contengan cafeína (en general con un límite superior de 320 y hasta 350mg/L), aminoácidos tales como taurina (también con límites superiores de 4000mg/L) y otros ingredientes tales como las vitaminas del Grupo-B, glucuronolactona y otros aditivos o ingredientes con funcionalidades varias, desde lo alimentario tecnológico hasta la funcionalidad nutricional o fisiológica.

Además de los marcos regulatorios, existen procesos de aprobación previa de cada SKU, para los efectos de puesta en el mercado de cualquier bebida energética, así como otras bebidas y alimentos sólidos. Es decir, típicamente, las autoridades sanitarias de cada país, tales como en Argentina, Perú, Colombia, Panamá, etc., emiten un certificado de aprobación de producto alimenticio, que versa sobre su fórmula quali-cuantitativa, su etiquetado, certificados de origen, etc. Ello facilita un control exhaustivo a cada bebida, marca, formulación, procedencia y seguridad/funcionalidad en cuestión.

Regulaciones de países como Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, entre otros, mantienen requisitos de concentración máxima de cafeína dentro de los 320 mg/L, con la única excepción de Brasil que tiene un límite ligeramente superior, en 350mg/L, pero que prácticamente avala una cantidad de cafeína equiparable que ronda entre los 80mg por cada lata de 250ml, lo que equivale a un café hecho en casa, en términos de contenido de cafeína.

Las bebidas energéticas son entonces reguladas en profundidad, con marcos legislativos o reglamentarios que se presentan como los más exigentes, rigurosos y restrictivos del mundo, si tomamos en cuenta que el producto regulado presenta características ubicuas tales como su contenido de cafeína o azúcar, sin embargo el peso de los marcos regulatorios ha sido comparativamente mucho más exigente con las bebidas energéticas que con similares productos, tales como el café. BEAL no necesariamente está en desacuerdo con varios de los mencionados marcos regulatorios, pero se señala lo anterior a los efectos de aportar perspectiva.